Tras la fiesta electoral de las pasadas elecciones municipales viene la resaca. Resaca de celebraciones o resaca de intentar atisbar como acabarán formando gobierno multitud de municipios. Lo que sí podemos predecir es que las elecciones municipales de 2015 van2_Elecciones a traer consigo muchos cambios en diferentes lugares. Además del análisis político, también hay hueco para analizar la situación desde un punto de vista fiscal, ya que los nuevos gobiernos seguramente traerán consigo cambios en las ordenanzas fiscales de dichos ayuntamientos.

¿Qué son las Ordenanzas fiscales?

Los ayuntamientos tienen atribuida cierta potestad tributaria por la Constitución. Las ordenanzas fiscales son los instrumentos con los que los ayuntamientos ejercitan esta potestad. En ellas, los ayuntamientos pueden regular ciertos impuestos, así como también tasas, precios públicos y contribuciones especiales.

Ahora mostramos un pequeño resumen de los tributos que podrían verse afectados por cambios en ordenanzas fiscales, algunos muy conocidos por la mayoría de los ciudadanos:

  1. Impuesto sobre Bienes Inmuebles o IBI que grava los bienes inmuebles que tengamos.
  2. Impuesto sobre Actividades Económicas o IAE.
  3. Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, conocido por todos como impuesto de circulación.
  4. Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, grava la realización de obras.
  5. Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, conocido popularmente como «plusvalía municipal».

Otro tributo que se ve afectado por las ordenanzas fiscales son las tasas. Las tasas son impuestas por los ayuntamientos para, por ejemplo, realizar cualquier trámite en la administración. Un buen ejemplo de esto es la obtención de licencias. También se establecen por el uso del dominio público. Dos casos muy comunes de este uso sería: instalar una terraza en la calle por parte de una cafetería o un vado permanente de un particular para un garaje.

Otro de los instrumentos controlados desde las ordenanzas fiscales son: los precios públicos. Los precios públicos son el contraprestación dineraria que se paga por ciertos servicios municipales que pueden disfrutar los ciudadanos y que a su vez también son servicios prestados por el sector privado. Casos muy típicos los encontramos en las entradas a museos o las matrículas de las guarderías municipales.

Resumiendo, con las elecciones no solo se habrán cambiado colores y ediles, si no que posiblemente los cambios puedan afectar al bolsillo del contribuyente pagando más o menos, dependiendo eso sí del color de quien haya ganado.

 

Bonus: El Ministerio de Hacienda dispone de una página web para poder consultar los tipos y tarifas de los cinco impuestos que hemos señalado anteriormente que hayan impuesto los diferentes municipios.